Las fachadas ventiladas son reconocidas por su durabilidad y bajo mantenimiento en comparación con otros sistemas de revestimiento exterior. Sin embargo, como cualquier componente arquitectónico, requieren de inspecciones y cuidados regulares para asegurar su correcto funcionamiento y prolongar su vida útil. A continuación, se presenta una guía detallada sobre cada cuánto se debe realizar mantenimiento en una fachada ventilada.
Inspección Visual Anual
Es recomendable realizar una inspección visual completa de la fachada ventilada al menos una vez al año. Durante esta revisión se deben evaluar los siguientes aspectos:
1. Estado de los Paneles o Revestimientos: Verificar si hay daños, descoloración, grietas o desprendimientos en los paneles o en el material de revestimiento.
2. Fijaciones y Anclajes: Comprobar que todas las fijaciones y anclajes estén en su lugar y en buen estado, sin signos de corrosión o desgaste.
3. Cámara de Aire: Asegurarse de que la cámara de aire esté libre de obstrucciones y residuos que puedan impedir la correcta circulación del aire.
4. Juntas y Sellos: Inspeccionar todas las juntas y sellos para detectar posibles fugas o áreas donde el agua pueda infiltrarse.
Limpieza de la Fachada
La frecuencia de limpieza de la fachada ventilada dependerá de varios factores, incluyendo el tipo de material de revestimiento, la ubicación del edificio y las condiciones ambientales. Como regla general, se recomienda limpiar la fachada cada 2 a 5 años. Para materiales como la cerámica o el metal, que son resistentes y fáciles de limpiar, este periodo puede ser más prolongado. En cambio, para materiales más porosos o en edificios ubicados en áreas con altos niveles de contaminación, la limpieza deberá ser más frecuente.
Revisión de Elementos Estructurales
Cada 5 a 10 años se debe realizar una revisión exhaustiva de los elementos estructurales de la fachada ventilada, incluyendo:
1. Soportes y Estructura: Evaluar la integridad estructural de los soportes y la estructura que sostiene la fachada ventilada.
2. Anclajes al Edificio: Revisar los anclajes al edificio para asegurarse de que estén firmemente sujetos y en buen estado.
3. Elementos de Fijación: Verificar el estado de los elementos de fijación y reemplazar aquellos que muestren signos de desgaste o corrosión.
Plan de Mantenimiento Preventivo
Además de las inspecciones y limpiezas periódicas, es fundamental contar con un plan de mantenimiento preventivo. Este plan debe incluir: